MIGUEL ANGEL BLANCO IN MEMORIAM 10 DE JULIO

El 10 de julio de 1997 ETA secuestra a Miguel Ángel Blanco. El 10 de julio Miguel Ángel Blanco es secuestrado por  Irantzu Gallastegui, más conocida por ‘Nora’, al bajar de un tren para acudir al trabajo. Las reivindicaciones de la banda terrorista pasaban por exigir un acercamiento de los presos a las cárceles de ‘Euskal Herria’.

Este resumen , que me ha pasado un lector de este periódico, y que resume en un orden cronológico, parte de los sucesos de este día.

16.00 Suena el teléfono en el gabinete telegráfico del Ministerio de Interior. Alguien quiere hablar con el ministro Jaime Mayor Oreja y el funcionario le pasa la llamada a su secretaria. «Hijos de puta, lo de Ortega Lara lo vais a pagar. ¡Gora Euskadi Askatasuna!».

16.35Anuncio banda terrorista. El diario abertzale «Egin» se encarga, como es habitual en estos casos, de dar a conocer a otros medios el comunicado íntegro de ETA en el que se informa de que un concejal del Partido Popular en Ermua ha sido secuestrado y que el coste de su libertad es la vuelta de todos los presos de ETA al País Vasco antes de las 16 horas del sábado 12 de julio.

18.42Miguel Ángel Blanco Garrido tiene 29 años y es economista. Es hijo de un matrimonio trabajador, Consuelo Garrido y Miguel Blanco y tiene una hermana, María del Mar. Además tiene novia desde hace siete años. Es Marimar Díaz y tienen pensado casarse antes de diciembre. Desde 1995 es concejal del PP en Ermua, previo paso por Nuevas Generaciones. Trabaja en la empresa «Eman Consulting» y según sus compañeros, «es un joven trabajador que había asumido un compromiso ciudadano» sin ser político profesional. Es un apasionado de la música y toca con sus amigos. Su grupo favorito es Héroes del Silencio.

18.50Miguel Ángel había afirmado días antes de su secuestro, ante unas fotos del liberado José Antonio Ortega Lara: «Amatxo (mamá), si a mí me pasara algo así, yo prefería que me mataran». Tras haber padecido un cautiverio de 532 días en uno de los zulos, «ataúdes vivientes» de ETA, Lara mostraba un aspecto cadavérico.